La psoriasis afecta al corazón y a las arterias.


La psoriasis no es sólo una enfermedad de la piel. También puede ser una alarma del sistema cardiovascular. Científicos daneses han demostrado que los que padecen psoriasis, tienen también un mayor riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares, como fibrilación auricular y accidente cerebrovascular o ictus.

Dinamarca dispone de un de los mejores registros de datos de salud de su población. Esta recogida de datos masiva ofrece una base fiable para los investigadores en busca de posibles vínculos y asociaciones de enfermedades que a primera vista parecen no estar no vinculadas entre sí.

Los procesos inflamatorios como una posible relación

El grupo de trabajo dirigido por el Dr. Ole Ahlshoff de Copenhague ha realizado un estudio (Eur Heart J. 2011; publicado en línea el 12 de agosto) cuyo punto de partida fue la siguiente hipótesis: ya que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica y los procesos inflamatorios juegan un papel importante en el ictus isquémico en pacientes con fibrilación auricular, se trataba de comprobar la importancia patogénica y el posible vínculo entre la piel y el corazón/enfermedad cerebral.

Se evaluaron los datos recogidos entre 1997-2006 de 36 765 pacientes con psoriasis leve y 2.793 pacientes con psoriasis severa. El grupo de control lo formaban más 4,4 millones de ciudadanos daneses sin enfermedades de la piel.

Resultados: la psoriasis se puede asociar actualmente con un mayor riesgo de padecer fibrilación auricular y accidente cerebrovascular. Este riesgo aumenta con la severidad de la enfermedad de la piel.

La edad de los pacientes resultó ser un factor relevante. En los pacientes más jóvenes con psoriasis (menores de 50 años) el riesgo de eventos cardiovasculares fue mayor que en los pacientes de edad avanzada (edad superior a 50 años).

Una asociación más fuerte a edades más tempranas

Los pacientes de menos de 50 años con psoriasis leve tenían un 50 por ciento de riesgo más que la población normal de padecer fibrilación auricular mientras que en los de psoriasis severa el riesgo era tres veces superior. En los pacientes mayores de 50 años de edad el incremento en el riesgo es de sólo 16% (psoriasis leve) y del 29% por ciento (psoriasis severa).

Según los autores del estudio, a la luz de estos resultados, parece conveniente tener una actitud vigilante en los pacientes con psoriasis, centrando la atención en los posibles factores de riesgo cardiovascular para elaborar los planes preventivos adecuados.