La disfunción eréctil podría revelar daños cardiacos con tres años de antelación


(20/02/2008).- "Un problema de erección, a partir de los 40 o los 50 años de edad puede aparecer como un síntoma tres años antes de que el paciente pueda tener un problema cardiovascular", según ha apuntado Ander Astobieta, presidente de la sección de Urología de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, en los Encuentros con la Salud, organizados por esa institución, que se han centrado en La salud sexual en el hombre a partir de los 40.

Según ha manifestado, "es importante que todos los hombres que tengan motivos para creer que tienen una disfunción eréctil acudan al especialista". La relación entre esta disfunción y los problemas cardiacos se explica en función de que el paso de la arteria cavernosa es "relativamente pequeño", por lo que puede acusar antes que otros vasos más grandes este tipo de cardiopatías.

Factores combinados
Astobieta se ha referido a que "en estos casos es importante que tanto el urólogo como el médico de cabecera estén sensibilizados con el problema, ya que en los trastornos cardiovasculares es fundamental la detección precoz". Ha añadido que las disfunciones eréctiles o son de causa orgánica o de causa psicológica "y muchas veces están mezcladas las dos". Dentro de las causas orgánicas, las más importantes son vasculares, y no es que haya una causa única sino que son varios los factores de riesgo que se juntan para producir un problema de erección, como pueden ser la edad, la hipertensión, la diabetes, el aumento de colesterol y el tabaquismo.

De este modo, "es crucial la colaboración del paciente en el control de estos factores de riesgo, puesto que cuantos más factores reúna, más probabilidades tendrá de padecer una patología cardiovascular".

La recomendación del urólogo a las personas que tienen problemas de erección es que acudan al médico para valorar los síntomas y que se conciencien de que "es algo más complejo que tomar una pastilla". Según ha indicado, "después de realizarles una historia clínica y comprobar si hay antecedentes de riesgo, es necesario una analítica para ver el estado de dichos factores y analizar, entre otros, la glucemia, el colesterol y también la testosterona plasmática".

Encuentros con la Salud es una iniciativa organizada, entre otras entidades, por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao y la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco. En esta ocasión ha contado con la colaboración de la compañía Lilly.

Opciones terapéuticas
El tratamiento para la disfunción eréctil es en un primer momento farmacológico y por vía oral, con inhibidores de la 5-fosfodiesterasa. En el caso de que los fármacos orales no respondan "se suele pasar a fármacos intracavernosos" (inyecciones en el pene) y, si de esta forma tampoco se obtienen resultados, "se remite al paciente a cirugía, en la que se le implanta una prótesis".

Dependiendo de la patología que tenga el paciente "el tratamiento con fármacos registra entre un 80 y un 85 por ciento de éxito".
La cirugía, por un lado, es un método irreversible "pero que da un buen resultado y arroja una satisfacción de los pacientes de en torno al 80 u 85 por ciento de los casos".