La prevención secundaria en ictus tiene margen de mejora


(17/12/2007).- La primera auditoria clínica del ictus en Cataluña muestra que los indicadores de calidad que integran la prevención secundaria no se cumplen de manera satisfactoria. La rehabilitación es uno de los aspectos más mejorables en la mayoría de los centros hospitalarios.

El cumplimiento global de las medidas iniciales del tratamiento de rehabilitación y la prevención secundaria en la atención del ictus en los hospitales catalanes no es satisfactorio, según ha indicado Miquel Gallofré, investigador de la Agencia de Evaluación de Tecnología e Investigación Médica. Ha detallado que la primera auditoria clínica del ictus en Cataluña muestra que los indicadores de calidad que integran la prevención secundaria tienen un cumplimiento del 45 por ciento. Destacan dos indicadores que se cumplen menos que el resto: la evaluación de las necesidades de logopedia y la evaluación del estado de ánimo.

Esta auditoria, según ha añadido, mide las actuaciones clínicas que dependen principalmente del conocimiento de los profesionales de la salud, y no tanto de los recursos disponibles para el tratamiento rehabilitador. El investigador ha afirmado que el manejo y tratamiento efectivo del ictus y una prevención secundaria adecuada reducen el riesgo de morbimortalidad relacionado con el episodio.

Coordinación
La rehabilitación es el factor en el que se ha notado menos cumplimiento y la planificación es muy importante para garantizar que se realice de manera correcta. Por este motivo, es necesario evaluar las necesidades de rehabilitación inmediatamente después del ingreso del paciente. Gallofré ha indicado que actualmente no hay la coordinación suficiente para que esto suceda, por lo que en muchos de los casos la rehabilitación no se hace o bien se reinicia innecesariamente.

Además de la rehabilitación, ha puntualizado que es muy importante movilizar a los pacientes tan pronto como sea posible después del episodio de ictus. Otros aspectos indicadores de calidad que se han evaluado son que se investigue la presencia de depresión y ansiedad en el primer mes después del ictus y que los pacientes con una lesión en el hemisferio dominante que presentan alteraciones del lenguaje sean valorados por un profesional experto en patología del lenguaje utilizando métodos válidos y fiables.

Guías de práctica Clínica
Según Gallofré, para garantizar que la evidencia científica, derivada principalmente de los ensayos clínicos aleatorizados, se difunda adecuadamente e influya en la práctica clínica diaria son de gran utilidad las guías de práctica clínica.

Considera que son la herramienta idónea para conseguirlo, puesto que representan la estandarización de procesos y procedimientos, así como la forma de resumir los hallazgos de los diferentes estudios. Ha insistido en que, si bien las guías son un instrumento necesario, el solo hecho de su existencia no garantiza la implantación. Al respecto, es indispensable establecer métodos para lograr el uso generalizado de las guías en la práctica clínica habitual.

Próxima auditoría en 2008
Los hallazgos de esta primera auditoría clínica del ictus muestran la situación de la atención al enfermo con ictus en Cataluña durante el primer semestre de 2005, y los recursos disponibles en el ámbito de la rehabilitación al año 2006.

Según los investigadores, desde entonces han tenido lugar algunos hechos que podrían haber modificado sensiblemente esta atención; entre otros, la publicación y difusión de la guía de práctica clínica del ictus, la implantación en 2006 de un modelo territorial de atención al ictus, la creación de nuevas unidades de ictus en los hospitales catalanes, así como el aumento de los recursos de rehabilitación domiciliaria y ambulatoria promovido por el Departamento de Salud en el año 2006.

Por este motivo, informan de que el proyecto incluye al menos una auditoría clínica prevista para el primer semestre de 2008 y encaminada a evaluar la atención durante 2007. La realización de revisiones periódicas permitirá conocer si el cumplimiento de los indicadores de calidad se modifica a lo largo del tiempo y sus resultados serán determinantes para reforzar intervenciones o medidas correctivas en el proceso de atención al ictus.