- 4 zanahorias medianas (puede utilizarse zanahoria rallada).
- 100 gramos de queso fresco.
- Unas hojas de lechuga (existe en bolsa lista para comer).
- 16 aceitunas negras.
- 16 tomatitos cherry.
- 1 decilitro de aceite de oliva.
- 4 cucharadas de zumo de limón.
- 2 cucharadas de vinagre.
- Unas hojitas de cilantro.
- Algo de sal.
Para reducir el tiempo de elaboración de esta ensalada podemos utilizar ingredientes ya preparados como la zanahoria rallada, la lechuga de bolsa y el zumo de limón exprimido en botella. Si disponemos de tiempo podemos capturar la receta tradicional.
Lavamos y pelamos las zanahorias. Rallamos con un rallador las zanahorias y las reservamos sumergidas en agua fría. Lavamos las hojas de lechuga y cortamos de forma regular.
Colocamos en los platos una base de lechuga, sobre ella la zanahoria rallada y escurrida de agua, colocamos de forma equilibrada las aceitunas negras, los tomatitos cherry y las porciones de queso fresco. Aliñamos con una vinagreta elaborada con aceite de oliva, el zumo de limón, el vinagre y la sal. Presentamos en el momento que es aliñada y espolvoreamos con un poco de cilantro troceado.
Esta deliciosa y sencilla ensalada cuyo ingrediente principal es la zanahoria, aporta principalmente agua, hidratos de carbono, minerales, vitaminas -A, E y grupo B- fibra y sustancias antioxidantes, beneficiosas para la salud. El queso fresco enriquece al plato en calcio y proteínas de alta calidad y las aceitunas en ácidos grasos insaturados y sodio. En caso de tener que restringir la sal de la dieta conviene recurrir a las hortalizas frescas y eliminar las aceitunas y la sal como condimento.